En una entrevista publicada en el portal Movies.com, el director Brad Bird ha hablado sobre una hipotética secuela para el segundo largometraje de animación de su carrera: Los IncreÃbles, con la que dio el salto a Pixar y confirmó su talento tras sorprender con su debut en El gigante de hierro.
Brad Bird estrenará en diciembre su primera incursión en el largometraje de imagen real, la aparentemente taquillera Misión Imposible 4: Protocolo fantasma que protagoniza Tom Cruise. Preguntado por una posible –y esperada, todo sea dicho– secuela para Los IncreÃbles, Bird ha declarado que todavÃa no se ha dedicado en ningún momento a ello.
Un asunto completamente diferente es si ha pensado alguna vez en continuar una de las mejores pelÃculas de superhéroes de la pasada década (y una de las 25 mejores pelÃculas de animación de la historia, según nuestros propios lectores). En efecto, el director de Ratatouille estarÃa interesado en una secuela, siempre y cuando él sea el autor de la misma y no deba relegarla a cualquier miembro del increÃble equipo de talentos que pueblan los estudios de animación de Pixar.
De hecho, en Pixar piensan del mismo modo. «Creo que la razón por la que no se ha hecho aún es porque a los estudios les gustarÃa que la hiciera yo», explica. «Y yo les dije que no me hacÃa especial gracia que otra persona se encargase de cuidar a mi criatura».
«Me gustarÃa decir que tengo un buen puñado de buenas ideas que podrÃan incorporarse a una posible Los IncreÃbles 2, pero no tengo toda una pelÃcula todavÃa, y lo último que quiero hacer es hacer una secuela sólo porque reventarÃa las taquillas, o algo parecido».
Las tres primeras pelÃculas de la filmografÃa de Bird, todas ellas de animación, demuestran en su forma y fondo que este realizador bajito de cara amigable –y que nos recuerda en cierta forma a Bart Simpson– no se conformarÃa con menos que la perfección. Lo mismo sucederÃa con una secuela de Los IncreÃbles: «Me gustarÃa poder hacerla porque tengo algo que serÃa tan bueno o incluso mejor que la original. Toy Story 2 fue, para mÃ, una secuela perfecta, porque respetó totalmente la primera pelÃcula, sin dejar de encontrar nuevas direcciones a las que ir sin tener que vender a sus personajes. Asà que si  pudiera llegar a una idea semejante, ni me lo pensarÃa».
Y nosotros celebramos su manera de pensar, que difiere en tanta distancia a las formas de proceder de estudios de animación como DreamWorks, que siguen adelante con sus franquicias prácticamente sin importarles demasiado el contenido.
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