Mañana llega a cines de toda España, una semana antes que en Estados Unidos, una de las pelÃculas Marvel más esperadas de la temporada: Thor, adaptación cinematográfica del personaje creado por Stan Lee y Jack Kirby a principios de la década de los sesenta, y basándose en el dios del mismo nombre de la mitologÃa nórdica. Dirige el polifacético Kenneth Branagh.
Creo que no me equivocarÃa si dijera que, la amplia mayorÃa de los aficionados al séptimo arte y al mundo del cómic, nos mostramos notablemente sorprendidos ante la decisión de elegir a Kenneth Branagh para dirigir una pelÃcula sobre un personaje Marvel. Fue totalmente inesperado, para qué nos vamos a engañar a estas alturas, acostumbrados que estábamos a directores de quita y pon y ligera labor para este tipo de producciones. No obstante, una pelÃcula como Thor necesitaba de un director con una experiencia en la dramaturgia como la de Branagh, distinguido miembro de la Royal Shakespeare Company.
A decir verdad, mis expectativas como espectador se vieron aumentadas con su elección. Estaba seguro que Branagh aportarÃa en Thor un desarrollo en los personajes y en sus relaciones que no habrÃamos visto en una pelÃcula sobre el universo Marvel hasta ahora. La compleja historia del personaje, repleta de matices e historias de gloria, polÃtica, amor y traición, asà lo requerÃa. El error en esperar demasiado de Branagh en una producción como esta reside en pensar que él también habrÃa escrito el guión del film, nada infinitamente más lejos de la realidad.
Thor empieza muy bien, con un prólogo narrado espléndidamente por Anthony Hopkins –de lejos, lo mejor de la pelÃcula–, y que nos cuenta los orÃgenes del personaje y su entorno, describiendo concienzudamente su mitologÃa, algo que resulta fascinante y nos atrapa empapados por el concepto glorioso e imposible de un mundo como Asgard y su linaje de lÃderes, seres longevos y todopoderosos que las primitivas mentes de los habitantes del planeta Tierra convirtieron en dioses. Estamos ante una primera mitad del film que es toda una exhibición de ritmo y disposición de piezas de ajedrez que hará que nos frotemos las manos constantemente, esperando la gran batalla que nos están prometiendo, el clÃmax final acojonante que confirmará al personaje interpretado por Chris Hemsworth como el superhéroe que conocemos de los cómics.
Sin embargo, un giro en la historia que inaugura el segundo acto del film, hace que este vaya cayendo en picado estrepitosamente hasta el final. Pese a ciertos destellos de buen cine, y de ser realmente entretenida, lo que acaba pasando con Thor es incomprensible. El ritmo y la edición se vuelven cada vez más incoherentes, como si hubieran sido vÃctimas de los temibles tijeretazos en la sala de montaje. Y el guión, que hasta ese entonces era más que correcto y exponÃa con franqueza la historia y las sub-tramas que la pueblan, hace aguas en el aspecto en el que menos se esperarÃa de una pelÃcula dirigida por Kenneth Branagh: el desarrollo de los personajes, prácticamente ausente en una pelÃcula hambrienta de ello (me expliquen dónde queda la quÃmica entre el protagonista y una anecdótica Natalie Portman), provocando que el conjunto quede exageradamente cojo y que nos recuerde a estropicios recientes como Airbender: El último guerrero.
No es que Thor ofenda a nadie ni sea una pelÃcula mala, ni mucho menos, es que simplemente se queda en algo insÃpido que no nos imaginamos mientras nos iba prometiendo algo más bien distinto. Sabe a poco, a breve aperitivo de lo que Marvel Studios nos está preparando para Los Vengadores (dirigida por Joss Whedon y cuyo rodaje acaba de empezar).
SÃ, el Dios del Trueno aún tiene mucho que demostrar y decir. Su tirón es indudable y su atractivo cinematográfico bastante destacable, pero su temible poder aún está por desatar. Lamentablemente, no será en esta pelÃcula.
Valoración: 5.5 sobre 10
CrÃtica escrita por Rafa Delgado
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2 Comentarios en "Thor, de Kenneth Branagh"
Desgraciadamente me confirmas lo que venÃa pensando desde que vi el tráiler.
Un saludo, Rafa.
No puedo estar más de acuerdo con la crÃtica, Rafa.
Thor siempre me ha parecido un personaje que está muy por encima en complejidad y mitologÃa para los estándares de Marvel. Su mundo está basado en las leyendas e historias nórdicas, que siempre me fascinaron. Cuando me enteré de que Kenneth Branagh se encargaba de llevarla a la pantalla grande, me alegré y atemoricé a partes iguales. Por un lado, creo (y de hecho es prueba fehaciente visto lo visto en la pelÃcula), que es el director idóneo para el personaje. Sabe llevar de una forma casi perfecta el desarrollo de la trama en el reino de Asgard, y se encuentra comodÃsimo dentro del marco de las intrigas, envidias y tramas palaciegas. Su amor por Shakespeare es evidente, y el ritmo de la pelÃcula no se resiente en absoluto cuando se trata de plasmar la especial relación entre Loki, Thor y OdÃn. Chris Hemsworth funciona como fiel representación del personaje, y Anthony Hopkins es OdÃn. No hay más que hablar. En ese aspecto, Thor es una cinta redonda, y sigo pensando que no le hubiese sentado nada mal un mayor peso de la parte mitológica al argumento.
Pero nos encontramos con serios problemas. Serios, porque, si bien la obra más reciente de Straczynski ha dejado una maravillosa guÃa a seguir (no obstante, el guión es en parte suyo) para cualquier tipo de pelÃcula del personaje, nos encontramos que, la segunda hora, el segundo acto de esta fastuosa obra divina y astral, hace aguas por culpa de un nefasto ritmo y una falta de tacto a la hora de desarrollar una supuesta trama de amor que podrÃa haberle dado el punto definitivo al conjunto de la epopeya. El personaje de Natalie Portman (que se pierde dentro de un proyecto que hubiera funcionado igual sin su participación) está encapsulado en una serie de escenas casi inconexas, y su relación con el protagonista absoluto, Thor, jamás se llega a desarrollar y explotar, quedándose el film cojo y algo aburrido en ciertos compases de su segunda hora. SÃ, hay escenas de acción. SÃ, tenemos un clÃmax bastante interesante (donde Branagh vuelve a sentirse en su salsa), pero no es suficiente. PodÃa haber dado para muchÃsimo más, y es que teniendo en cuenta los antecedentes del equipo reunido, podrÃa haber sido algo más que un simple aperitivo para esa vorágine de viñeta que pueden ser Los Vengadores.
Thor, en definitiva, es una pelÃcula entretenida, que hará las delicias de más de un aficionado (la cantidad de guiños al buen seguidor de Marvel y su legión de superhéroes está presente desde el primer minuto, hasta después de los créditos), pero que falla como pelÃcula (algo extraño teniendo en cuenta el director) y entretenimiento de acción por culpa de un metraje desconcertante y una falta de ritmo derivado por dicha tijera.