Nos llega con bastante retraso y además pasó por el Sitges del 2010. Rare Exports, una comedia finlandesa nos ha dejado cierto regusto al cine de aventuras de los ochenta. Salvando las distancias, la pelÃcula es una sugerente propuesta navideña.
Basándose en su propio cortometraje, el director Jalmari Helander se lanza al largometraje con esta versión extendida de aquella pequeña historia que tanto éxito le dió en el 2003. Reciclando incluso a algunos de los actores y manteniendo su particular estilo, Rare Exports supone una sugerente novedad en nuestra cartelera.
La historia se centra sobre todo en cuatro personajes. Uno de ellos, el pequeño Pietari (Onni Tommila) vive con su padre, Rauno. El hombre regenta un pequeño matadero local y cada navidad debe hacer frente a los lobos para que no le dejen sin animales. Una noche algo extraño cae en una de sus trampas y cerca del lugar empiezan a suceder acontecimientos inexplicables. Pietari tiene claro quien es el culpable de todo.
Partimos de la base de que Rare Exports bebe bastante de sus orÃgenes, en este caso los dos cortometraje que Helander hizo antes de parir esta cinta. En base a aquel material (que puede verse fácilmente por Internet) construye con elementos muy “ochenteros” una cinta que mezcla misterio y aventura, a la vez que algunas pequeñas dosis de terror.
Narrada quizá no con el ritmo al que estamos acostumbrados, quizá sea una de las cosas que le resten interés a Rare Exports, y es que Helander no ha optado precisamente una narrativa con mucho brÃo, sino todo lo contrario. Las pausas, los detalles… su excesiva minuciosidad en la realización le ha llevado a ser algo lento.
Si a las formas de Helander le añadimos un reparto también bastante soso, el resultado quizá no sea muy seductor, pero desde aquÃ, instamos al menos a darle una oportunidad a Rare Exports, cinta que sin tener excesivos medios (aunque en su tramo final sà lo aparenta), entretiene por lo original de su planteamiento.
Helander intenta hacer partÃcipe al espectador proporcionándole diversas vÃa de investigación canalizadas en el personaje del pequeño Pietari, héroe de la historia que además se convierte finalmente en el protagonista absoluto. La idea de convertir a un niño en un “hombre de acción” ayuda a que Rare Exports no muera en su intento por mantenerse cerca de los convencionalismos americanos (creo que esto le será útil si quiere venderse fuera).
No es una cinta de terror, tampoco es una pelÃcula de acción. Su aventura, muy dosificada y su ritmo, pausado, pueden jugar muy en su contra. Aún asÃ, Rare Exports ha supuesto una grata sorpresa ante la idea de que un filme sobre la Navidad o sobre Papá Noel tenga que ser colorido, alegre y muy divertido.
Las pequeñas notas de humor que Helander trata de meter en medio de ciertas escenas no levantan tampoco mucho un guión que, aunque elaborado y trabajado, no deja de ser torpe en algunas partes y no se centra quizá lo que deberÃa en los personajes secundarios, que quizá apoyarÃan de forma notable a los dos protagonistas.
PelÃcula entretenida, poco convencional, pero original al menos en su planteamiento. Helander ha dado un importante salto al largometraje con Rare Exports, no siendo quizá una obra notable pero si que demuestra que con el tiempo y buena letra, le podrÃan salir cintas realmente espléndidas.
Valoración: 5 sobre 10
CrÃtica escrita por Luis Jiménez
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