Basada (sutilmente) en La Sirenita de Hans Christian Andersen, Hayao Miyazaki vuelve a sus orÃgenes con Ponyo en el acantilado, film que nos recuerda y bien merecidamente a Mi vecino Totoro en un precioso cuento especialmente dedicado a los más pequeños.
Sorprende bastante que la última pelÃcula hasta la fecha de Hayao Miyazaki sea Ponyo en el acantilado, debido a que la evolución del director desde los años 80 habÃa ganado en fondo y complejidad (especialmente en sus dos obras magnas El viaje de Chihiro y La princesa Mononoke), aunque ya habÃamos podido observar un ligero retroceso en la ambición filosófica del director en El castillo ambulante.
Ponyo en el acantilado es, con casi toda seguridad, la pelÃcula más descafeinada de todas las realizadas por Miyazaki hasta la fecha, si bien eso no es necesariamente un defecto: la pelÃcula rebosa por todos los costados clasicismo, belleza, calidez y una sencilla pero inspiradora moraleja acerca de la importancia del amor y la armonÃa con la naturaleza, en este caso el inconmensurable reino marino. En ese sentido, el siempre presente mensaje de la comunión con lo natural, obsesión del director nipón, sigue muy presente; y toda una declaración de principios es el primer viaje de Ponyo al comienzo de la pelÃcula, con un fondo marino lleno de basura humana: lo que no vemos las personas,.
El film de Miyazaki se aleja totalmente de cualquier infografÃa, con la que algo más que coqueteó en sus tres anteriores trabajos. No en vano la pelÃcula posee el record de más fotogramas pintados a mano de la historia del cine en una producción animada, ya que todos y absolutamente cada uno de los aproximadamente 170.000 dibujos que componen su metraje son 100% artesanales. Eso otorga a Ponyo un aire de autenticidad, pero también de simpleza, francamente interesante.
Pese a que la historia de amistad-amor entre la pececita Ponyo y Sosuke está mucho más que vista (sin restarle importancia a su hermoso mensaje de fraternidad), siendo más importante si cabe el de respeto a las personas mayores (personificadas en las dulces ancianitas de la Residencia del Girasol), asà como el ambiguo desarrollo del film en el cual se magnifica mucho esa extraña manÃa de Miyazaki por hacer ambiguos los acontecimientos que acontecen, amén de apresurarse en exceso a la hora de poner punto y final a la pelÃcula, podrÃa decirse la verdadera gracia de Ponyo en el acantilado reside en la combinación de cuento clásico, el poderoso mensaje de fraternidad entre el mundo marino y el humano y, sobre todo, la más que patente capacidad del director a la hora de rodar escenas memorables como, sin ir más lejos, la gloriosa escena en que Ponyo emerge de las profundidades del mar para poder volverse a reunir con su querido Sosuke, de épica y belleza desbordantes, y acompañada por la espectacular música de Joe Hisaishi que homenajea a La cabalgata de las Valquirias de Richard Wagner.
Una vez más, hay que destacar el enorme y descomunal trabajo de Joe Hisaishi en la banda sonora, absolutamente fabulosa de principio a fin, destacando la mencionada parte de la liberación de Ponyo, la hermosa canción inicial interpretada por Masako Hayashi… y la infantilÃsima pero peligrosamente adictiva canción final, ya todo un clásico entre los pequeños nipones… Ponyo, Ponyo, Ponyo, sakana no ko…
PodrÃa decirse que Ponyo en el acantilado es, en resumidas cuentas, un particular regreso al pasado de Hayao Miyazaki, y una forma de recordar al público que él, ante todo, es un enamorado de los niños y del poder de la infancia que tan bien supo retratar en Mi vecino Totoro. No es, sin embargo, tan redonda como esta y ni siquiera como Nicky la aprendiz de bruja, pero sin duda y con la ya presente retrospectiva de los más de dos años que lleva estrenada, se puede decir claramente que estamos ante un nuevo clásico del director que, como todas sus anteriores obras y como el buen vino, mejora con los años. La pregunta es: ¿estamos ante el último trabajo de este maestro de maestros, que ya ronda los 70 años de edad?. Esperemos que no.
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6 Comentarios en "Ponyo en el acantilado, de Hayao Miyazaki"
A mi me cansó bastante. Es bonita, tiene escenas maravillosas, pero la veo excesivamente simple e infantil.
Aún asÃ, muy por encima del resto de producciones de animación, desde luego.
Por eso le pongo un bien alto, jeje. Tengo la misma sensación que tú con ella
Vale que sea muy infantil, pero a mi me encanta, sobretodo la cancion de la pelicula
yo le quiero mandar saludo ami abuela a mis tios a mis tias a mis bis abuela a mis bis abulo y por ultimo a mi mama mi papa y a mis hermanos que los quiero muchisimo con todo mi alma y mi corazon los amos una banda
que lindo
que linda primaverooooooonnnnnnnn !!!!!!!!!!!!!!!!!!!! <3
:d :S :O