Comenzamos nuestra retrospectiva con el análisis de la primera entrega de Pesadilla en Elm Street, la de Wes Craven, la única que puede considerarse de verdad innovadora en el género de terror, un film adelantado a su tiempo que todavÃa impacta por algunas de sus escenas.
Pesadilla en Elm Street
A Nightmare on Elm Street
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One, two, Freddy’s coming for you
Three, four, better lock your door
Five, six, grab your crucifix
Seven, eight, gonna stay up late
Nine, ten, never sleep again
Cuando Wes Craven terminó de escribir el guión de Pesadilla en Elm Street en 1981, estuvo -literalmente- tres años llevándolo de puerta en puerta en Hollywood. Pero ninguna productora parecÃa dispuesta a arriesgarse a invertir en un film de terror con tantos efectos especiales y una historia tan “fantástica”.
Craven, desesperado por encontrar financiación y sin demasiadas opciones, presentó su guión a New Line Cinema, un estudio independiente de futuro incierto, cuyo único estreno (Solos en la oscuridad) habÃa ido directo a vÃdeo. Y ahà fue donde el destino intercambió los raÃles… Cuando el productor ejecutivo Robert Shaye leyó el libreto, quedó tan encantado que consiguió convencer a Smart Egg Productions para financiar la mayor parte del film por valor de 1 millón de dólares.
Sin embargo, al poco tiempo de comenzar el rodaje, Smart Egg se echó atrás, dejando a New Line con el culo al aire y una situación económica complicada. Para salvar los muebles, Bob se mostró como un hombre de recursos, consiguiendo un acuerdo de distribución con Media Home Entertainment. Finalmente tendrÃan el dinero necesario para continuar la producción y la pesadilla podrÃa hacerse realidad. Ese fue el primer estreno comercial de New Line.
El argumento, aparentemente simple, esconde en realidad el talento de un gran guionista: Varios jóvenes adolescentes descubren que las macabras pesadillas que sufren no son una coincidencia. El hombre que les acosa puede dañarles y matarles dentro de sus sueños. Su única salida: permanecer despiertos.
Pero, ¿A qué clase de mente perturbada se le podÃa ocurrir que un tipo con cuchillas en los dedos trinchara adolescentes mientras dormÃan? El mismo Craven no tiene problemas en reconocer que el nombre de Fred Krueger lo tomó prestado de un compañero de clase que le machacaba de pequeño (sutil venganza), y que la idea de vestirlo con un sombrero y ropas gastadas le vino de un vagabundo. El guante con cuchillas fue la traslación de un miedo primario -el miedo a ser rasgado o acuchillado-, a una herramienta transportable para el asesino. Craven tenÃa muy claro que querÃa crear un psychokiller implacable y con entidad, un cabrón sin remordimientos como Jason Vorhees o Michael Myers.
La otra parte, la inspiración para que Fred matara en sueños, le sobrevino cuando leyó en el periódico un artÃculo sobre la muerte súbita relacionada con el caso de varios individuos que murieron entre horribles pesadillas, estando sanos y sin causa aparente, después de negarse a dormir por tiempo prolongado.
Con todos esos ingredientes, y administrando bien el escaso presupuesto, la cosa podÃa llegar a funcionar. Tan “sólo” hacÃa falta un casting adecuado, una banda sonora inquietante, y -por supuesto- efectos especiales sangrientos, imaginativos e impactantes (al menos para el año 84).
El hecho de que los crÃmenes se sucedieran en el interior de los sueños nos ha dejado con escenas que serán siempre recordadas en la historia del cine de terror. El géiser de sangre en la cama, la garra saliendo del interior de la bañera, el personaje de Tina arrastrada por el techo de la habitación, Fred cortándose los dedos para chulearse, la caldera…
La imaginerÃa de Craven llega al punto de que a pesar de lo sencillo de su estructura, A Nightmare On Elm Street puede descubrirnos nuevos detalles tras cada nuevo visionado, y todavÃa hoy, 26 años después, sigue estando vigente.
Además, durante su rodaje se descubrió a Johny Depp. El niño querido de Tim Burton. El pirata más carismático del Caribe. El que prefiere los papeles de raro y rechaza los de guapo. Un chaval sencillo que acabó en el film por casualidad sin ser actor profesional, y que ahora es uno de los actores más cotizados de Hollywood.
Hay quién dice que Pesadilla no da miedo, que hoy en dÃa provoca más risas que sustos. Quizás es que las secuelas pervirtieron la original, irrumpiendo en el género de la comedia macabra. O a lo mejor es que hoy en dÃa ya estamos acostumbrados a todo y no nos impresionan ni las disecciones forenses de SAW ni los asesinatos salvajes de Hostel.
Sea como sea, yo recomiendo su revisionado, un dÃa a oscuras, estando a solas en casa.
Podéis leer ya el análisis de la segunda parte, una secuela que jamás debió ser.
- Puntuación IMDb: 7.4
- Puntuación Rottentomatoes: 9.4
- Puntuación Cinéfilo: 8.5
ArtÃculo escrito por Jacobo MartÃnez, para Cinefilo
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4 Comentarios en "Pesadilla en Elm Street, de Wes Craven"
Para mi la primera es la más destacable, no sólo porque me parece que revolucionó en su dÃa el género (adolescentes, sueño-realidad, sangre más de la habitual…) pero sobre todo porque creó un icono del género como es Freddy Krueger.
Un saludo.
Desde luego, después de la primera sólo hay repetición, y pocas ideas originales.
Buena crÃtica jacobo, ésta peli es la única buena de la saga, aunque la tercera parte no está mal del todo y se deja ver. Un abrazo y sigue asi.
Yo opino igual Santiago, la tercera se deja ver bastante bien.
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